Los Freelancer y el Outsourcing
FREELANCER 


Un freelancer es una persona que trabaja por cuenta propia, es decir sin una relación de dependencia laboral, y puede hacerlo para varios clientes que contratan sus servicios profesionales.
La diferencia entre un freelancer y un emprendedor es que el freelancer suele trabajar por cuenta propia y a título personal y no como una empresa o con socios de negocios. Además, la mayoría de trabajos freelance se realizan por proyecto. Es decir que son contratos para tareas puntuales y tienen una duración corta.
Las áreas de trabajo en las que se puede desempeñar un freelancer son muchas: Desde proyectos que se pueden realizar en línea como programación, diseño gráfico, diseño web, traducción, manejo de redes sociales o creación de contenido web. Pero también trabajos presenciales como fotografía, ventas, clases particulares, organización de eventos y mucho más.
Hoy abordaremos ampliamente el tema de qué es cómo ser un freelancer, ya que esta modalidad de trabajo se ha vuelto una manera cada vez más viable de ganar experiencia para cuando quieras trabajar de fijo o incluso si prefieres el autoempleo y el emprendimiento.
¿Cuáles son las ventajas de trabajar freelance?
Ser freelance no es solo una modalidad de trabajo, es un estilo de vida y no es banalidad decirlo. Un freelancer puede trabajar a tiempo parcial o completo. Debido a que no son empleados fijos, pueden realizar su trabajo a su ritmo, siempre y cuando se cumplan los requerimientos del cliente y el plazo establecido. Esto les permite tener mayor libertad que un empleado promedio.
Otra ventaja es que los freelancers pueden escoger en qué proyectos trabajar. Siempre que estén bien con la cantidad de proyectos y estén seguros de poder cumplir los plazos, el cielo es el límite.
Por ello, muchos profesionales que inician como freelancers no vuelven al empleo fijo.
A diferencia de lo que ocurre con los trabajadores fijos, con un freelancer, la empresa no está obligada a proveer equipo especializado. El freelancer generalmente cuenta con su propio equipo. Por esta razón, cada vez más empresas se inclinan por la tendencia de contratar un freelancer. Así, ahorran dinero sin tener que hacer un compromiso permanente de contratación. La flexibilidad que ofrece el trabajo freelance también beneficia al cliente.
Algunas de las carreras y habilidades más solicitadas en el mundo freelance son:
1. Programador o desarrollador web
2. Marketing digital
3. EAnalista de datos
4. Diseñador gráfico
5. Copywriter, corrector o experto en SEO
6. Asistente virtual y ventas
7. Contabilidad
8. Gestión de proyectos
9. Fotos y video
10. Traductor
¿Qué se necesita para trabajar freelance?
Para poder trabajar como freelancer se necesita:
1. Formación profesional
Si bien es cierto que para ser freelancer se puede comenzar aún sin tener experiencia laboral en una empresa, sí se necesita contar con conocimientos en un área profesional específica. Aunque no es indispensable, es mejor contar con un título de técnico o un grado universitario y especializaciones o maestrías. Pero también puedes contar con certificaciones de cursos y diplomados que te acrediten como conocedor en materia del servicio que deseas ofrecer.
2. Habilidades de ventas y autopromoción
Parte fundamental de ser freelancer es tener la capacidad de promoverse personalmente y buscar nuevas oportunidades de negocios. Un freelancer debe estar siempre en búsqueda de nuevos proyectos para trabajar. Además, debe saber elaborar ofertas atractivas para los clientes. Otro punto importante es saber negociar, pero no se trata solo de regatear precios, sino de saber cómo manejar al cliente para que el precio ceda a cambio de algo y no solo por descontar dinero. Una negociación no debe basarse solo en precio y un freelancer debe saber esto.
3. Un portafolios atractivo
Para poder apoyar tu labor de ventas, necesitas demostrarle a tus clientes que puedes ayudarles con lo que necesitan. Un portafolio de productos y servicios te ayudará con ello. Se trata de un catálogo donde muestres trabajos hechos ya sea para otros clientes o como simples muestras. Es decir que no necesitas haberlo hecho bajo demanda.
¿Alguna vez has visto posts del tipo "Princesas Disney" si fueran hombres "Los Simpson" si los hubieran dibujado como una serie de los 80 o similares?
Se trata de ideas que un artista desarrolla solo para demostrar lo que sabe.
Tú puedes tener un portafolio de diseños, escritos, traducciones, remodelaciones de interiores, mejoras a programas o sitios web, etc., con cosas hechas por tu cuenta. Y por supuesto, si los tienes, también trabajos realizados para otros, así como testimoniales y logos de empresas con las que has trabajado.
1. Presencia online para darte a conocer
Tu portafolio no debe estar solo en un formato que se pueda adjuntar por correo (como un PDF o una presentación de diapositivas). También debes procurar contar con presencia online: Un blog propio, un sitio web, un catálogo en línea o perfiles en las principales redes sociales como Facebook, Instagram, LinkedIn, Twitter, YouTube u otros. Todo depende de la naturaleza de tu trabajo y de tus posibilidades. Además, es importante tener presencia en plataformas freelance, donde los clientes puedan calificar los trabajos que realicen contigo.
2. Muchas ganas y perseverancia
Claro, la idea de trabajar para ti mismo te entusiasma enseguida. Pero ten presente que debes ser constante en tu empeño. Como freelancer eres directamente responsable de tus éxitos y fracasos. No hay nadie a quién culpar, pero sobre todo, no hay nadie más que te diga qué hacer o
te motive. Debes tener automotivación, organizarte bien para hacerlo bien y no descuidar la labor de venta.
te motive. Debes tener automotivación, organizarte bien para hacerlo bien y no descuidar la labor de venta.
¿Cómo venderse mejor como freelancer?
Lo primero que debes hacer es saber qué servicio vas a ofrecer. Una vez hecho esto, deberás trabajar en el portafolio que ya hemos mencionado, recopilando muestras de todo lo que hayas hecho previamente o creándolas directamente para el portafolio.
Define tu propia marca personal (puedes incluso crear tu propio logo o firma) y comenzar a abrir tus perfiles en redes sociales. No olvides detallar toda la información de la manera más completa posible dentro de cada una. Coloca fotografías de tus trabajos en las mismas. Todo ello es importante, porque muchos consumidores ahora buscan primero la empresa en redes sociales antes de irse al navegador a buscar el sitio web. Tus perfiles en redes serán su primer contacto contigo.
OUTSOURCING
El outsourcing, consiste en movilizar recursos hacia una empresa externa a través de un contrato. De esta forma, la compañía subcontratada desarrolla actividades en nombre de la primera. Por ejemplo: una firma que ofrece servicios de acceso a Internet puede subcontratar a otra para que realice las instalaciones. La empresa principal cuenta con la infraestructura de redes necesaria y el plantel para vender el servicio; la segunda, en cambio, se limita a llegar hasta el domicilio del usuario para efectuar la instalación pertinente. Cabe señalar que para el cliente final no existe diferencia alguna entre la empresa contratante y la subcontratada.
Outsourcing offshore
Se habla de outsourcing offshore cuando la transferencia de los recursos se realiza hacia otros países, ya sea con la participación de empresas extranjeras o con la instalación de una sede en la nación foránea.
Ejemplos: Este tipo de subcontratación suelen darse en el ámbito de la informática, cuando empresas estadounidenses o europeas tercerizan ciertos servicios (como el diseño web o la programación) en compañías latinoamericanas o asiáticas. El tipo de cambio hace que las empresas subcontratadas resulten baratas para la compañía contratante, lo que le permite ahorrar costos (contratar en el extranjero es una opción más rentable que hacerlo en su propio país).
Críticas y desventajas
Las críticas al outsourcing hacen referencia a la precariedad laboral de los subcontratados y a la destrucción de puestos de empleo de calidad en la economía nacional de la empresa contratante. Si bien nunca es correcto generalizar, estos y otros fenómenos negativos suelen tener lugar cuando una compañía decide delegar parte de sus responsabilidades en otra.
Una de las posibles desventajas de esta práctica empresarial es que se ponga en riesgo la calidad del producto final, ante la falta de comunicación entre las distintas sedes; además, se suman los potenciales malos entendidos que suelen darse entre personas de diferentes nacionalidades. Por otro lado, las diversas metodologías de trabajo pueden repercutir en los resultados, sea que generen retrasos o que impacten directamente en el producto.
Problemas del outsourcing
Estos problemas se evidencian, por ejemplo, cuando una compañía desarrolladora de software contrata a otra, en el extranjero, para que revise y corrija sus programas. En primer lugar, es importante señalar que existen infinitas formas de estructurar un código fuente, así como cada persona hace uso de los idiomas que habla de acuerdo a sus necesidades y gustos, usando o no muletillas, alterando la pronunciación de ciertos sonidos, etcétera.
Ya dentro de un mismo país, de una misma ciudad, un grupo de cincuenta personas puestas a trabajar en un proyecto de desarrollo informático genera un producto con una gran riqueza cultural, aunque a simple vista el código parezca indivisible; la presencia o no de anotaciones (denominadas o comentarios), la nomenclatura de las variables (que debería seguir las normas de la compañía, pero no siempre es así) y la eficiencia de cada parte del programa son algunos de los puntos que varían de empleado en empleado.
Cuando este código viaja miles de kilómetros y cae en manos de otras personas, con otra cultura, que hablan otro y idioma y, quizás, no entienden los comentarios originales, es esperable que el resultado de su trabajo no sea exactamente el esperado por la compañía principal, a menos que se realice un constante seguimiento y que se ofrezca soporte en todo momento.
Referencias
El freelancer es un individuo que tiene una habilidad específica, contratado para un proyecto puntual, mientras que el outsourcing implica la contratación de una empresa o equipo para gestionar un proceso o función empresarial completo.